1. El rey Belsasar hizo una gran fiesta, a la que invitó a las mil personas más importantes de su reino. Todos los asistentes a la fiesta bebieron mucho vino.
2-3. También Belsasar bebió mucho, y ya borracho mandó traer las copas de oro y plata que su padre Nabucodonosor había traído del templo de Jerusalén. Las mandó traer para que él y sus invitados siguieran bebiendo en ellas.
4. Y mientras bebían, cantaban alabanzas a sus dioses, que eran simples estatuas de oro, plata, cobre, hierro, madera y piedra.
18-19. »El Dios altísimo dio un reino muy grande al rey Nabucodonosor, padre de Su Majestad. Todas las naciones lo respetaban y reconocían su grandeza. También le tenían miedo, porque él decidía a quién matar y a quién dejar con vida, a quién humillar y a quién poner en un lugar importante.