1. Dios ayudó a David para que lograra la paz con sus enemigos, y pudiera vivir tranquilo en su palacio.
2. Entonces David le dijo al profeta Natán:—No está bien que yo viva en un palacio de maderas finas, mientras el cofre del pacto de Dios está en una carpa.
3. Natán le contestó:—Haz lo que creas más conveniente, pues Dios te apoya en todo.
4. Sin embargo, Dios habló con Natán esa misma noche, y le dijo:
5. «Ve y dile de mi parte a David lo siguiente: “¿Cómo está eso de que tú quieres construirme una casa?
17-18. Natán fue y le dio el mensaje a David. Entonces David fue a la carpa donde estaba el cofre, se sentó delante de Dios, y le dijo:«Mi Dios, ¿cómo puedes darme todo esto, si mi familia y yo valemos tan poco?
28-29. Te ruego que los bendigas para que siempre te sirvan. Tú eres Dios, y lo que dices es verdad. Por eso estoy seguro de que cumplirás lo que has prometido. También sé que si tú los bendices, ellos te servirán para siempre».