1. La guerra entre las familias de Saúl y de David duró mucho tiempo, y David iba ganando más poder, mientras que la familia de Saúl se debilitaba.
2-5. En Hebrón, David tuvo seis hijos en este orden:Con Ahinóam, su esposa de Jezreel, tuvo a Amnón.Con Abigail, la viuda de Nabal, tuvo a Quilab.Con Maacá, la hija de Talmai, rey de Guesur, tuvo a Absalón.Con Haguit tuvo a Adonías.Con Abital tuvo a Sefatías.Con Egla tuvo a Itream.
6-7. Como la guerra continuaba entre los seguidores de Saúl y los de David, Abner fue ganando poder sobre la familia de Saúl. Hasta llegó a tener relaciones sexuales con Rispá hija de Aiá, que había sido mujer de Saúl. Pero Is-bóset le reclamó:—¿Por qué te acostaste con la mujer de mi padre?
8. Abner se enojó tanto que le dijo a Is-bóset:—¿Y cómo te atreves a reclamarme? ¿Qué te crees que soy yo? ¿Un simple perro, al que no se le da nada por sus servicios?»Yo le he servido fielmente a toda la familia de Saúl, y también a sus hermanos y amigos. ¡A ti mismo te he cuidado, para que David no te atrapara!
19-20. Abner habló también con la gente de Benjamín, y él mismo fue a Hebrón con veinte hombres, y le contó a David que todos en Israel y Benjamín estaban dispuestos a reconocerlo como rey.David hizo entonces una fiesta para Abner y sus soldados,
22-23. David se lo permitió, y Abner salió de Hebrón. En ese momento llegaron Joab y los soldados de David. Venían de una batalla, y traían muchas riquezas que les habían quitado a sus enemigos. Cuando Joab supo que Abner había estado hablando con David, y que David lo había dejado irse tranquilamente,
26-30. En cuanto Joab salió de hablar con David, mandó a decirle a Abner que regresara, pero sin decírselo a David.Abner ya había llegado al pozo de Sirá, pero regresó a Hebrón. Tan pronto como llegó a la entrada de la ciudad, Joab lo llevó aparte, como si quisiera decirle algo a solas, y le clavó un cuchillo en el estómago. Así fue como Joab y su hermano Abisai se desquitaron de la muerte de su hermano Asael en la batalla de Gabaón.Cuando David supo lo que había pasado, dijo:«Juro por Dios que ni yo ni mi gente tenemos la culpa de la muerte de Abner. Que Dios castigue a Joab y a toda su familia. Que entre ellos siempre haya enfermos. Que la piel se les pudra y sus heridas no se cierren. Que haya entre ellos cojos, y que se mueran de hambre o que los maten en la guerra».
31-34. Luego David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «En señal de tristeza, rompan la ropa que llevan puesta y vístanse con ropas ásperas, y lloren por Abner».Abner fue enterrado en Hebrón. El día que lo enterraron, el rey David iba adelante del grupo. Toda la gente lloraba mucho, y también el rey lloraba sin consuelo ante la tumba de Abner. Y decía:«¡Abner no merecía morir así!¡Bien pudo haber escapado!¡También pudo haberse defendido!En cambio, ¡murió asesinado!»La gente no dejaba de llorar,