2. El rico tenía muchas ovejas y muchas vacas;
3. en cambio, el pobre sólo tenía una ovejita. La había comprado, y él mismo la había criado y cuidado como si fuera su propia hija. Tanto quería ese hombre a la ovejita que hasta le daba de comer de su mismo plato, y la dejaba recostarse y dormir en su pecho. Y así la ovejita fue creciendo junto con los hijos de ese hombre.
4. »Un día llegó un visitante a la casa del rico, y el rico lo invitó a comer. Pero como no quería matar ninguna de sus ovejas ni de sus vacas, le quitó al pobre su ovejita y la mató para darle de comer a su visitante».
9. ”¿Por qué te burlaste de mí, que soy tu Dios? ¿Por qué hiciste lo que yo prohíbo? En realidad no fueron los amonitas quienes mataron a Urías; lo mataste tú, ¡y lo hiciste para quedarte con su mujer!
11-12. Tus propios hijos te harán sufrir mucho. Si a escondidas tuviste relaciones sexuales con la mujer de otro, yo haré que otros tomen a tus mujeres y se acuesten con ellas delante de todo el mundo”.
13. David le dijo a Natán:—Reconozco que he pecado contra Dios, y que he hecho lo que a él no le gusta.Natán le contestó:—Por eso mismo Dios te ha perdonado, y no vas a morir.
14. Pero por haberte burlado de él, no vivirá el hijo que tuviste con Betsabé.
15. Después de decir esto, Natán se fue a su casa.En efecto, Dios hizo que el niño se enfermara gravemente.
16. David no comía nada, y se pasaba toda la noche tirado en el suelo, rogándole a Dios que curara al niño.
17. Sus consejeros le pedían que se levantara del suelo y comiera, pero David se negaba a hacerlo.
18. Al séptimo día, el niño murió. Los consejeros no se atrevían a decirle nada a David, porque pensaban: «Si cuando el niño aún vivía, le pedíamos que comiera y no nos hacía caso, ahora que el niño ya murió, es capaz de hacer una tontería».
19. Pero David se dio cuenta de que sus consejeros le ocultaban algo, y comprendió que su hijo ya había muerto. Entonces dijo:—Ya murió el niño, ¿verdad?Y los consejeros le contestaron:—Sí, ya murió.