5. Los mensajeros regresaron muy avergonzados, y cuando David lo supo, les mandó a decir: «Quédense en Jericó, y no regresen hasta que les crezca la barba».
11. «Si ves que los arameos me están ganando, irás a ayudarme. Si, por el contrario, veo que los amonitas te están ganando, yo te ayudaré.