1-2. Cuando el rey Ahab murió, y su hijo Ocozías llegó a ser rey de Israel, los moabitas se rebelaron contra los israelitas.Un día, Ocozías se cayó por una ventana del segundo piso de su palacio en Samaria. Como quedó malherido, envió mensajeros hasta Ecrón para que le preguntaran a Baal-zebub, que era el dios de ese país, si se iba a recuperar.
3. Pero el ángel de Dios le dijo al profeta Elías:«Busca a los mensajeros de Ocozías y pregúntales por qué no consultan al Dios de Israel en vez de consultar a Baal-zebub.
13-14. El rey mandó por tercera vez a otro capitán con cincuenta soldados. Pero este capitán subió a donde estaba Elías, se arrodilló delante de él y le rogó:—Profeta, ya sé que los soldados que vinieron antes de mí murieron consumidos por el fuego que cayó del cielo. Te suplico que no nos mates, ¡somos tus esclavos! ¡Por favor, perdónanos la vida!