2. ¡Y Salomón contestó todas ellas! No hubo nada que no pudiera explicarle.
5. y le dijo al rey:«Todo lo que escuché en mi país acerca de lo que has hecho, y de lo sabio que eres, es cierto.
6. Yo no lo creía, pero ahora lo he visto con mis propios ojos, y sé que es verdad. En realidad, no me habían contado ni siquiera la mitad. ¡Eres más sabio y rico de lo que yo había escuchado!
7. ¡Qué felices deben ser tus esposas! ¡Y qué contentos deben estar todos tus servidores, pues siempre cuentan con tus sabios consejos!
8. ¡Bendito sea tu Dios, a quien le agradó tu conducta y te hizo rey de Israel, para que reines en su nombre y gobiernes con justicia! No hay duda, ¡Dios ama a Israel, y su pueblo permanecerá por siempre!»
12. El rey Salomón le dio a la reina de Sabá todo lo que ella le pidió, lo cual fue mucho más de lo que ella le había traído. Después ella volvió a su país con sus consejeros.
13. Cada año el rey Salomón recibía alrededor de veintidós mil kilos de oro,
14. sin contar los impuestos que le pagaban los comerciantes, y el oro y la plata que todos los reyes de Arabia y los gobernantes del país le daban.
17. También mandó hacer un trono grande de marfil, recubierto de oro puro.