33. Además, presentaron como ofrenda un total de seiscientas reses y tres mil ovejas, para pedirle a Dios su bendición.
34-35. Cuando Ezequías les ordenó a los ayudantes de los sacerdotes que se prepararan para adorar a Dios, ellos lo hicieron de inmediato; pero los sacerdotes no lo hicieron así. Por eso, y como no había suficientes sacerdotes para ofrecer los sacrificios, sus ayudantes, que eran de la misma tribu, tuvieron que ayudarlos.Así fue como se volvió a rendir culto a Dios en el templo.
36. Y como Dios los había ayudado para que hicieran todo esto rápidamente, Ezequías y todo el pueblo se llenaron de alegría.