6. Ozías se declaró en guerra contra los filisteos, y derribó las murallas de las ciudades de Gat, Jabnia y Asdod. En la ciudad de Asdod, así como en otras partes del territorio filisteo, Ozías construyó ciudades para su pueblo.
7. Dios no sólo ayudó a Ozías a derrotar a los filisteos; también lo ayudó a vencer a los árabes que vivían en Gur-baal, y también a los meunitas.
8. ¡Hasta los amonitas le pagaban impuestos a Ozías!Ozías llegó a ser muy poderoso, y su fama llegó hasta las fronteras de Egipto.
9. Fortaleció la ciudad de Jerusalén y construyó varias torres: una sobre el Portón de la Esquina, otra sobre el Portón del Valle, y una más sobre la Esquina.
10. Además, cavó muchos pozos y construyó torres en el desierto, pues tenía mucho ganado, tanto en el desierto como en la llanura.A Ozías le gustaba mucho cultivar la tierra; por eso tenía muchos campesinos que cultivaban los campos y viñedos, tanto en la región montañosa como en sus huertas.
16. Ozías llegó a tener tanta fama y poder que se volvió orgulloso, y fue precisamente su orgullo lo que causó su ruina. Llegó a tal punto su orgullo que un día entró en el templo y quiso quemar incienso en el altar, lo cual Dios permitía sólo a los sacerdotes.
17. Pero entonces entró el sacerdote Azarías, junto con ochenta sacerdotes más, y con mucho valor
18. se le enfrentaron al rey y le dijeron:«Solamente nosotros los sacerdotes podemos quemar el incienso, pues somos descendientes de Aarón y para eso nos eligió Dios. Usted no puede hacerlo, aunque sea el rey, así que ¡salga de inmediato!, pues ha ofendido a Dios, y él lo humillará».
19. Ozías estaba de pie, junto al altar, y a punto de quemar el incienso. Al oír a los sacerdotes, se enojó contra ellos, pero de inmediato, y ante la mirada de todos, su frente se llenó de lepra.
20. Entonces los sacerdotes lo sacaron rápidamente del templo, y hasta el mismo rey se apresuró a salir, pues sabía que Dios lo había castigado.
21. Hasta el día de su muerte, el rey Ozías fue un leproso, y por eso tuvo que vivir en un cuarto separado del resto del palacio. Ni siquiera podía ir al templo de Dios. Por eso su hijo Jotam se encargó de gobernar al pueblo.
22. Toda la historia de Ozías está escrita en el libro del profeta Isaías hijo de Amós.
23. Cuando Ozías murió, lo enterraron en la tumba de sus antepasados, cerca del cementerio de los reyes, pero no fue enterrado en la tumba de los reyes porque había muerto de lepra.Luego Jotam, su hijo, reinó en su lugar.