11. Terminen lo que empezaron a hacer, y háganlo con el mismo entusiasmo que tenían cuando comenzaron, dando lo que cada uno pueda dar.
12. Si realmente desean contribuir, Dios aceptará con agrado sus ofrendas, pues él no espera que demos lo que no tenemos.
13. Pero no queremos que, por ayudar a otros, les falte a ustedes lo necesario. Lo que deseamos es que haya igualdad.
14. Ahora ustedes tienen mucho, y deben ayudar a los que tienen poco. Puede ser que, en otro momento, ellos tengan mucho y los ayuden a ustedes. De esta manera habrá igualdad.
15. Como dice la Biblia: «Ni le sobró al que recogió mucho, ni le faltó al que recogió poco.»
16. ¡Gracias a Dios que Tito se preocupa por ayudarlos a ustedes tanto como yo!
17. Él estaba tan interesado en ustedes que aceptó mi encargo, y de todo corazón quiso ir a visitarlos.
18. Junto con Tito, mandamos a un hermano en Cristo que trabaja mucho anunciando la buena noticia. En todas las iglesias se habla bien de él,
19. así que lo han elegido para que viaje con nosotros cuando llevemos las ofrendas. Todo esto lo hacemos para honrar a Dios, y para mostrar nuestro deseo de ayudar.
20. No queremos que alguien vaya a criticarnos por la manera en que actuamos con esta gran ofrenda.
21. Tratamos de hacerlo todo bien ante Dios y ante la gente.
22. Con ellos dos les enviamos a otro seguidor de Cristo que, muchas veces, y de distintas maneras, ha mostrado su deseo de ayudar. Ahora más que nunca desea hacerlo, pues confía mucho en ustedes.
23. Recuerden que Tito es mi compañero, y que trabajamos juntos para ayudarlos. Recuerden que los otros dos seguidores que van con Tito son enviados por las iglesias y honran a Cristo.
24. Por eso, demuéstrenles su amor, para que las iglesias que los envían sepan que teníamos razón de estar orgullosos de ustedes.