3. No queremos que nadie critique nuestro trabajo. Por eso tratamos de no dar mal ejemplo.
4. En todo lo que hacemos, demostramos que somos servidores de Dios, y todo lo soportamos con paciencia. Hemos sufrido y tenido muchos problemas y necesidades. Nos han dado latigazos.
5. Nos han puesto en la cárcel, y en medio de gran alboroto nos han maltratado. Hemos trabajado mucho. Algunas veces no hemos dormido ni comido.
6. A pesar de todo eso, nuestra conducta ha sido impecable. Conocemos la verdad, somos pacientes y amables, el Espíritu Santo está en nuestras vidas, y amamos de verdad.
7. Con el poder que Dios nos da, anunciamos el mensaje verdadero. Cuando tenemos dificultades, las enfrentamos, y nos defendemos haciendo y diciendo siempre lo que es correcto.