10. Samuel habló con los que pedían rey, y les repitió lo que Dios le había dicho:—Esto es lo que les pasará cuando tengan rey:
11. El rey pondrá a los hijos de ustedes a trabajar en sus carros de guerra, o en su caballería, o los hará oficiales de su ejército;
12. a unos los pondrá a cultivar sus tierras, y a otros los pondrá a recoger sus cosechas, o a hacer armas y equipos para sus carros de guerra.
13. »Ese rey hará que las hijas de ustedes le preparen perfumes, comidas y postres;
14. a ustedes les quitará sus mejores campos y cultivos,
15. y les exigirá la décima parte de sus cosechas para dárselas a sus ayudantes y oficiales.
16. También les quitará a ustedes sus burros, sus esclavos y sus mejores jóvenes, y los pondrá a su servicio.
17. A ustedes los hará sus esclavos, y además les quitará uno de cada diez animales de sus rebaños.
18. Entonces se arrepentirán de haber pedido un rey, pero Dios ya no los escuchará.
19. Y aunque Samuel les advirtió a los israelitas todo esto, ellos no le hicieron caso. Al contrario, le dijeron:—¡Eso no nos importa! ¡Queremos tener un rey!
20. ¡Queremos ser como las otras naciones! ¡Queremos un rey que nos gobierne y que salga con nosotros a la guerra!
21. Samuel escuchó todo lo que dijeron los israelitas, y eso mismo se lo repitió a Dios.
22. Y Dios le dijo: «Hazles caso y dales un rey».Entonces Samuel les dijo a los israelitas: «Está bien. Pero ahora váyanse a sus casas».