2. Pero al tercer año, Josafat que era el rey de Judá, fue a visitar a Ahab, rey de Israel.
3. Ahab le dijo a sus oficiales:—Como ustedes saben, la ciudad de Ramot de Galaad nos pertenece. Pero ahora está en poder del rey de Siria, y no hemos hecho nada para recuperarla.
4. Después le dijo a Josafat, rey de Judá:—¿Me ayudarías a quitarle la ciudad de Ramot de Galaad al rey de Siria?Josafat le contestó:—Tú y yo somos del mismo pueblo. Mi ejército y mis caballos están a tu disposición.
5. Pero antes de ir a luchar, averigua si Dios está de acuerdo.
6. Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, que eran alrededor de cuatrocientos, y les preguntó:—¿Debo atacar a Ramot de Galaad para recuperarla?Los profetas contestaron:—Atácala. Porque Dios te la va a entregar.
7. Pero Josafat dijo:—¿No hay por acá otro profeta de Dios al que le podamos consultar?
8. El rey de Israel le respondió:—Hay un profeta al que podemos consultar. Se llama Micaías y es hijo de Imlá. Pero yo lo odio porque nunca me anuncia cosas buenas, sino siempre malas.Josafat le dijo:—No digas eso.
9. Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le dijo:—Trae pronto a Micaías hijo de Imlá.
36-37. Al anochecer, se corrió la voz en todo el ejército: «¡El rey ha muerto! ¡Cada uno regrese a su ciudad y a su tierra!»Después llevaron el cuerpo del rey a Samaria y lo enterraron allí.
43a. Josafat se comportó siempre bien, así como lo había hecho su padre Asá. Josafat obedeció a Dios en todo.
43b. Sin embargo, Josafat no destruyó los pequeños templos que había en las colinas, donde se adoraba a otros dioses. Y el pueblo continuó haciéndolo.
44-50. Josafat firmó la paz con el rey de Israel. También echó del país a los que practicaban la prostitución para adorar a los dioses. Esta costumbre había permanecido desde el reinado de su padre Asá. En ese tiempo no había ningún rey en Edom, sino que gobernaba un encargado.Josafat construyó barcos como los de Tarsis para traer oro desde Ofir. Pero los barcos no pudieron llegar a Ofir, porque se hundieron en el puerto de Esión-guéber. Entonces Ocozías hijo de Ahab le pidió a Josafat que permitiera a sus marinos ir con los suyos. Pero Josafat no los dejó.Cuando Josafat murió, lo enterraron en la Ciudad de David, en la misma tumba de sus antepasados. Su hijo Joram fue rey en su lugar. Todo lo que hizo Josafat, lo poderoso que fue y las guerras que ganó, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.