7. Su esposa Jezabel le dijo:—¿Acaso no eres tú el que manda en Israel? Levántate, come y alégrate. Yo te voy a conseguir la plantación de Nabot.
8. Así que Jezabel escribió cartas de parte de Ahab y les puso el sello del rey. Después se las envió a los líderes del pueblo y a los jefes que vivían en la misma ciudad que Nabot.
14. Luego le mandaron a decir a Jezabel: «Nabot está muerto».
15. Enseguida Jezabel llamó a Ahab y le dijo:—Ve y toma el viñedo de Nabot, el que no te quiso vender, porque Nabot ya está muerto.
16. Tan pronto como Ahab escuchó que Nabot había muerto, se levantó y fue al viñedo para adueñarse de él.
17. Entonces Dios le dijo al profeta Elías:
18. «Ve a Samaria y busca a Ahab, el rey de Israel. Él fue a adueñarse del viñedo de Nabot.
19. Debes decirle que va a morir, pues mató a Nabot y se adueñó de su viñedo. Los perros van a lamer su sangre en el mismo lugar en que lamieron la de Nabot».
20. Cuando Elías encontró a Ahab, éste le dijo a Elías:—¡Vaya, mi enemigo Elías anda por aquí!Elías le contestó:—Sí, así es. Siempre haces lo que a Dios no le agrada,
21. y por eso él ahora te enviará una desgracia. Destruirá a tu familia; todos tus descendientes en Israel morirán.