5. »Además, como tú bien sabes, el general Joab mató a Abner hijo de Ner, y a Amasá hijo de Jéter. Estos dos eran generales del ejército de Israel, pero Joab los asesinó en tiempos de paz, para vengar las muertes que hubo durante la guerra. Luego me hizo responsable de ese doble crimen, pero él es el culpable.
6. Así que la decisión es tuya, aunque yo te aconsejaría que no lo dejes con vida mucho tiempo.
7. »Trata bien a los descendientes de Barzilai, el de la región de Galaad, y hazte amigo de ellos, porque ellos me protegieron cuando yo escapaba de tu hermano Absalón.
8. »También está contigo Simí, el hijo de Guerá, el de la tribu de Benjamín, y que nació en Bahurim. Él me maldijo de una manera terrible cuando yo iba a Mahanaim. Pero después fue al río Jordán a recibirme y tuve que jurarle por Dios que no lo mataría.
9. No lo perdones. Eres lo suficientemente sabio para saber que debes matarlo. Procura que tenga una muerte violenta».
41-42. Salomón se enteró. Entonces lo mandó a llamar y le dijo:«¡Yo te advertí que no debías salir de Jerusalén, y que si lo hacías ibas a morir! Tú estuviste de acuerdo, y me juraste por Dios que obedecerías.
43. ¿Por qué no cumpliste tu juramento ni seguiste las órdenes que te di?
44. Acuérdate de todo el daño que le hiciste a mi padre. Ahora Dios te va a hacer sufrir como hiciste sufrir a mi padre.
45. En cambio, a mí me va a bendecir, y los descendientes de mi padre reinarán para siempre».
46. Después el rey le ordenó a Benaías que matara a Simí. De esta manera, Salomón tomó completo control de su reino.