2. Natán le contestó:—Haz lo que creas conveniente, pues Dios te apoya en todo.
3. Sin embargo, Dios le habló a Natán esa misma noche, y le dijo:
4. «Ve y dile de mi parte a David lo siguiente: “David, no serás tú quien me construya una casa.
7. ”Yo soy el Dios todopoderoso. Yo soy quien te puso al frente de mi pueblo cuando eras un simple pastor de ovejas.
8. Yo soy quien siempre te ha cuidado, y te ha ayudado a derrotar a tus enemigos. Y soy también quien te hará muy famoso en este mundo.
15. Entonces Natán fue y le dio el mensaje a David.
16. El rey David fue a la carpa donde estaba el cofre del pacto, se sentó delante de Dios, y le dijo:«Mi Dios, ¿cómo puedes darme todo esto si mi familia y yo valemos tan poco?
17. ¿Y cómo es posible que prometas darme aún más, y que siempre bendecirás a mis descendientes? Me tratas como si fuera yo alguien muy importante.
18. ¿Qué más te puedo decir Dios mío, por haberme honrado así, si tú me conoces muy bien?
19. »Tú me dejas conocer tus grandes planes, porque así lo has querido.
20. ¡Qué grande eres, Dios mío! ¡Todo lo que de ti sabemos es verdad! ¡No hay ningún otro Dios como tú,
21. ni existe tampoco otra nación como tu pueblo Israel! ¿A qué otra nación la libraste de la esclavitud? ¿A qué otra nación la hiciste tan famosa?»Tú hiciste muchos milagros en favor nuestro, y arrojaste lejos de nosotros a las naciones y a sus dioses.
22. Así nosotros hemos llegado a ser tu pueblo, y tú eres nuestro Dios; y esto será así por siempre.