3. Ahiézer hijo de Semaá, de Guibeá, que era el jefe;Joás hijo de Semaá, de Guibeá;Jeziel y Pélet, hijos de Azmávet;Beracá y Jehú, de Anatot;
16. Mientras David estaba en la fortaleza, algunos hombres de las tribus de Benjamín y de Judá fueron a verlo para unirse a él.
17. Al verlos, David salió a su encuentro y les dijo:«Si sus intenciones son buenas y vienen para ayudarme, acepto de todo corazón que se unan a mi tropa; pero si lo que quieren es traicionarme y entregarme a mis enemigos, ¡que nuestro Dios los castigue! Yo a nadie le he causado daño, pues no soy un criminal».
18. Entonces el espíritu de Dios tomó control de Amasai, jefe de los treinta soldados más valientes del ejército de David, y lo hizo exclamar:«¡El éxito está contigo, David!¡La victoria siempre te acompaña,y acompañará a los que se te unan,porque Dios te hace triunfar!»David los aceptó, y hasta los puso entre los jefes de la tropa.
22. Y día tras día, más hombres se le unían a David, hasta que llegó a tener un gran ejército.
39. Durante tres días, todos estos hombres estuvieron con David en Hebrón, comiendo y bebiendo lo que sus parientes les habían preparado.
40. Además, los vecinos de ese lugar, y aun los que vivían en lugares lejanos como Isacar, Zabulón y Neftalí, les llevaron comida en abundancia: harina, panes de higos, pasas, vino, aceite, toros y ovejas. Éstos fueron días de fiesta y alegría para todo el pueblo de Israel.