32. La persona que hable de parte de Dios podrá decidir cuándo hablar y cuándo callar.
33. Porque a Dios no le gusta el desorden y el alboroto, sino la paz y el orden.Como es la costumbre en nuestras iglesias,
34. las mujeres deben guardar silencio en las reuniones. No está permitido que ellas hablen; más bien, deben mostrarse respetuosas como dice la ley de Moisés.
35. Si quieren aprender algo, que les pregunten a sus esposos cuando ya estén en su casa. Se ve mal que la mujer hable en la iglesia.
36. Ustedes no inventaron el mensaje de Dios, ni fueron los únicos que lo recibieron.
37. Si alguien cree que puede hablar de parte de Dios, o cree que obedece al Espíritu Santo en todo, debe reconocer que esto que les escribo es una orden de Dios.
38. Pero si no lo quiere reconocer, ustedes no deben prestarle atención.
39. Mis queridos hermanos, ustedes deben procurar hablar de parte de Dios, y no impidan que se hable en idiomas desconocidos.
40. Pero háganlo todo de manera correcta y ordenada.