1. Así que sigan mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.
2. Los felicito, porque ustedes siempre se acuerdan de mí y obedecen mis enseñanzas.
3. Ahora quiero que sepan esto: Cristo es el origen del varón, el varón es el origen de la mujer y Dios es el origen de Cristo.
4. Si el hombre ora a Dios, o habla en su nombre, con la cabeza cubierta, le falta el respeto a Cristo.
5. Y si la mujer ora a Dios, o habla en su nombre, sin cubrirse la cabeza, le falta el respeto al hombre. Es lo mismo que si se afeitara la cabeza.
20-21. Según entiendo, cuando ustedes se reúnen, cada uno se apura a comer su propia comida y no espera a los demás. Así resulta que algunos se quedan con hambre, mientras que otros se emborrachan. ¡Y eso ya no es participar en la Cena del Señor!
31-32. El Señor Jesucristo se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para que aprendamos, y para que así no tengamos que ser castigados junto con la gente de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no seremos castigados.