9. Exhorta a los siervos a que sean sujetos a sus señores, que agraden en todo, no respondones;
10. en nada defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.
11. Porque la gracia de Dios que trae salvación, se manifestó a todos los hombres.
12. Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente,
13. esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús, el Cristo.