5. Porque tú eres mi esperanza, Señor DIOS; seguridad mía desde mi juventud.
6. Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste; de ti ha sido siempre mi alabanza.
7. Como prodigio he sido a muchos, y tú mi refugio fuerte.
8. Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día.
9. No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
10. Porque mis enemigos han tratado de mí; y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.
11. Diciendo: Dios lo ha dejado; perseguid y tomadle, porque no hay quien le libre.
12. Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto a mi socorro.