1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores;
2. antes en la ley del SEÑOR es su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche.
3. Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
4. No así los malos, sino como el tamo que arrebata el viento.