7. Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca.
8. Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;
9. para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel;
10. para que no se harten los extraños de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño;
11. y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo,
12. y digas: ¡Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;
13. y no oí la voz de los que me castigaban; y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
14. Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.
15. Bebe el agua de tu propia cisterna, y las corrientes de tu propio pozo.
16. Rebosan por de fuera tus fuentes, en las plazas los ríos de tus aguas.
17. Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.
18. Será bendito tu manantial; y alégrate de la mujer de tu juventud.
19. Como cierva de amores y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor andarás ciego de continuo, sin fijar tus ojos en nadie más .