7. Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros.
8. Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldema: Campo de sangre , hasta el día de hoy.
9. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;
10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.