Mateo 27:41-48 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

41. De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los ancianos, decían:

42. A otros salvó, a sí mismo no puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora del madero, y creeremos a él.

43. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.

44. Lo mismo también le injuriaban los ladrones que estaban colgados en maderos con él.

45. Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46. Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

47. Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.

48. Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber.

Mateo 27