11. Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido.
12. ¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas, y se perdiese una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se había perdido?
13. Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que más se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se perdieron.
14. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.