22. Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies.
23. Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos banquete;
24. porque éste mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a hacer banquete.
25. Y su hijo mayor estaba en el campo; el cual cuando vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;
26. y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27. Y él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha matado el becerro grueso, por haberle recibido salvo.
28. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase .