71. Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;
72. para hacer misericordia con nuestros padres, y acordándose de su santo testamento;
73. del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de dar,
74. que sin temor librados de nuestros enemigos, le serviríamos
75. en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida.
76. Y tú, niño: profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para aparejar sus caminos;