5. también el conejo, porque rumia, mas no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo;
6. asimismo la liebre, porque rumia, mas no tiene pezuña, la tendréis por inmunda;
7. también el puerco, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, mas no rumia, lo tendréis por inmundo.
8. De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; los tendréis por inmundos.