6. Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Toda carne es hierba, y toda su piedad como flor del campo.
7. La hierba se seca, y la flor se cae; porque el Espíritu del SEÑOR sopló en ella. Ciertamente hierba es el pueblo.
8. Se seca la hierba, se cae la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.