17. Mas si de su heredad diere don a alguno de sus siervos, será de él hasta el año de libertad, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
18. Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, por no defraudarlos de su posesión; de lo que él posee dará herencia a sus hijos; para que mi pueblo no sea echado cada uno de su posesión.
19. Me metió después por la entrada que estaba hacia la puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y había allí un lugar a los lados del occidente.
20. Y me dijo: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán el sacrificio por el pecado y por la expiación; allí cocerán el presente, por no sacarlo al atrio de afuera para santificar al pueblo.
21. Luego me sacó al atrio de afuera, y me llevó por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón había un patio.