5. Y sepas en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así el SEÑOR tu Dios te castiga.
6. Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.
7. Porque el SEÑOR tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que brotan por vegas y montes;