7. del cual yo soy puesto por predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), maestro de los gentiles en fidelidad y verdad.
8. Quiero, pues, que los varones oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.
9. Asimismo también las mujeres, ataviándose de manera honesto, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, u oro, o perlas, o vestidos costosos,
10. sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.