7. Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
8. Así que, el que nos menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.
9. Mas acerca del amor entre los hermanos no tenéis necesidad que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os mostréis caridad los unos a los otros;
10. y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que vayáis creciendo;
11. y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y que obréis con vuestras manos de la manera que os hemos mandado;
12. y que andéis honestamente para con los extraños, y que nada de ninguno deseéis.