4. Y esto parece cosa extraña a los que os vituperan, que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución;
5. los cuales darán cuenta al que está aparejado para juzgar a los vivos y a los muertos.
6. Porque por esto también ha sido predicado el Evangelio a los muertos; para que sean juzgados en carne según los hombres, y vivan en espíritu según Dios.
7. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, templados, y velad en oración.
8. Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados.
9. Hospedaos amorosamente los unos a los otros sin murmuraciones.
10. Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
11. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra; para que en todas las cosas sea Dios glorificado por Jesús el Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
12. Carísimos, no os maravilléis cuando seáis examinados por fuego, (lo cual se hace para vuestra prueba), como si alguna cosa peregrina os aconteciese;