4. Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.
5. Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
6. Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también; y si es vergonzoso a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase (la cabeza).
7. Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón.
8. Porque el varón no es sacado de la mujer, sino la mujer del varón.