Santiago 4:5-16 Reina Valera Gómez (RVG)

5. ¿Pensáis que la Escritura dice en vano: El espíritu que mora en nosotros, codicia para envidia?

6. Mas Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

7. Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros.

8. Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad vuestras manos; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

9. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

10. Humillaos delante del Señor, y Él os exaltará.

11. Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de su hermano, y juzga a su hermano, este tal habla mal de la ley, y juzga la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.

12. Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro?

13. ¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, compraremos y venderemos, y ganaremos;

14. cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

15. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto o aquello.

16. Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.

Santiago 4