34. Alábenlo los cielos y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
35. Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán.
36. Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.