8. Como está escrito: Dios les dio espíritu de somnolencia, ojos que no vean; oídos que no oigan hasta el día de hoy.
9. Y David dice: Séales vuelta su mesa en trampa y en red, y en tropezadero y retribución:
10. Sus ojos sean oscurecidos para que no vean, y agóbiales su espalda siempre.
11. Digo, pues: ¿Han tropezado para que cayesen? ¡En ninguna manera! Mas por su caída vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
12. Y si la caída de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos, la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más la plenitud de ellos?
13. Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro,
14. por si de alguna manera provocase a celos a los que son de mi carne, e hiciese salvos a algunos de ellos.
15. Porque si el rechazamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de entre los muertos?
16. Porque si el primer fruto es santo, también lo es la masa, y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
17. Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo olivo silvestre fuiste injertado entre ellas, y fuiste hecho partícipe con ellas de la raíz y de la savia del olivo;
18. no te jactes contra las ramas. Y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
19. Dirás entonces: Las ramas fueron quebradas para que yo fuese injertado.
20. Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te enaltezcas, antes teme.
21. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, mira, no sea que a ti tampoco te perdone.
22. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permaneciereis en su bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
23. Y aun ellos, si no permanecen en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.
24. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
25. Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en vosotros mismos, que en parte el endurecimiento ha acontecido a Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;