27. y de la misma manera también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, recibiendo en sí mismos la recompensa que convino a su extravío.
28. Y como no les pareció retener a Dios en su conocimiento, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer lo que no conviene;
29. estando atestados de toda iniquidad, fornicación, malicia, avaricia, maldad; llenos de envidias, homicidios, contiendas, engaños, malignidades;
30. murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres;
31. necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
32. quienes conociendo el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que aun consienten a los que las hacen.