16. ¿Se han de derramar afuera tus fuentes, y tus corrientes de aguas por las calles?
17. Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.
18. Sea bendito tu manantial; y alégrate con la esposa de tu juventud.
19. Como cierva amada y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre.
20. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?