27. Y tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
28. porque esto es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de pecados.
29. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
30. Y cuando hubieron cantado un himno, salieron al monte de los Olivos.
31. Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque está escrito: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
32. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.