Mateo 26:22-31 Reina Valera Gómez (RVG)

22. Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?

23. Entonces Él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar.

24. A la verdad el Hijo del Hombre va, como está escrito de Él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a tal hombre no haber nacido.

25. Entonces Judas, el que le entregaba, respondió y dijo: ¿Soy yo, Maestro? Él le dijo: Tú lo has dicho.

26. Y mientras comían, Jesús tomó el pan, y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

27. Y tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;

28. porque esto es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de pecados.

29. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

30. Y cuando hubieron cantado un himno, salieron al monte de los Olivos.

31. Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque está escrito: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.

Mateo 26