Mateo 14:21-36 Reina Valera Gómez (RVG)

21. Y los que comieron eran como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

22. Y luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en una barca e ir delante de Él al otro lado, mientras Él despedía a las multitudes.

23. Y despedidas las multitudes, subió al monte a orar aparte. Y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

24. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario.

25. Y a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.

26. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

27. Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!

28. Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.

29. Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas para ir a Jesús.

30. Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!

31. Y al instante Jesús, extendiendo su mano, trabó de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

32. Y cuando ellos entraron en la barca, se calmó el viento.

33. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.

34. Y cruzando al otro lado, vinieron a la tierra de Genezaret.

35. Y cuando le reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a Él todos los enfermos,

36. y le rogaban que les dejase tocar tan sólo el borde de su manto; y todos los que le tocaban, quedaban sanos.

Mateo 14