Mateo 12:13-26 Reina Valera Gómez (RVG)

13. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.

14. Entonces salieron los fariseos y tomaron consejo contra Él, de cómo le matarían.

15. Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y grandes multitudes le seguían, y sanaba a todos.

16. Y les encargaba rigurosamente que no le diesen a conocer:

17. Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, que dijo:

18. He aquí mi siervo, a quien he escogido: Mi amado, en quien se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre Él, y a los gentiles anunciará juicio.

19. No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.

20. La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.

21. Y en su nombre esperarán los gentiles.

22. Entonces fue traído a Él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.

23. Y todo el pueblo estaba maravillado, y decía: ¿No es Éste el Hijo de David?

24. Mas los fariseos oyéndolo decían: Éste no echa fuera los demonios sino por Belcebú, príncipe de los demonios.

25. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.

26. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?

Mateo 12