4. Y respondiendo Jesús les dijo: Id, y decid a Juan las cosas que oís y veis.
5. Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio.
6. Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
7. Y yéndose ellos, comenzó Jesús a decir a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
8. ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de ropas delicadas? He aquí, los que visten ropas delicadas, en las casas de los reyes están.
9. Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
10. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti.
11. De cierto os digo: Entre los nacidos de mujer jamás se levantó otro mayor que Juan el Bautista; pero el que es menor en el reino de los cielos, mayor es que él.
12. Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
13. Porque todos los profetas y la ley, hasta Juan profetizaron.
14. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
15. El que tiene oídos para oír, oiga.
16. Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,