Mateo 10:8-22 Reina Valera Gómez (RVG)

8. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

9. No os proveáis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;

10. ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.

11. Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, inquirid quién en ella sea digno y quedaos allí hasta que salgáis.

12. Y cuando entréis en una casa, saludadla.

13. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.

14. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.

15. De cierto os digo: En el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.

16. He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.

17. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán.

18. Y seréis llevados ante reyes y gobernadores por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.

19. Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar.

20. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

21. Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.

22. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

Mateo 10