1. Entonces se juntaron a Él los fariseos, y ciertos de los escribas, que habían venido de Jerusalén.
2. Y cuando vieron a algunos de sus discípulos comer pan con manos inmundas, es decir, no lavadas, los condenaban.
3. Porque los fariseos y todos los judíos, guardando la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen.