9. Sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas.
10. Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
11. Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo de debajo de vuestros pies para testimonio contra ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.
12. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen.
13. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.
14. Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio, y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso milagros obran en él.
15. Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas.
16. Mas oyéndolo Herodes, dijo: Es Juan, al que yo decapité, él ha resucitado de los muertos.
17. Porque Herodes mismo había enviado y prendido a Juan, y le había atado en la cárcel a causa de Herodías, esposa de Felipe su hermano; pues se había casado con ella.
18. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la esposa de tu hermano.
19. Y Herodías le aborrecía, y deseaba matarle, pero no podía;
20. porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba; y cuando le oía, él hacía muchas cosas, y le oía de buena gana.
21. Pero viniendo un día oportuno, en que Herodes, en su cumpleaños, hizo una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea;
22. entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la damisela: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.
23. Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.