21. Y les dijo: ¿Se trae el candil para ponerse debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerse en el candelero?
22. Porque nada hay oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de ser descubierto.
23. Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
24. Y les dijo: Mirad lo que oís; porque con la medida que medís, se os medirá, y a vosotros los que oís, más os será añadido.
25. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
26. Y dijo: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;
27. y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin saber él cómo.
28. Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga.